Ingresar a un posgrado es
difícil, pero al ingresar el llevar a cabo un recorrido satisfactorio requiere
de planeación, paciencia y mucha constancia. Algunos de ustedes me han hecho
distintas preguntas que me llevaron a pensar en tips para sobrevivir en el
posgrado, sea nivel maestría o doctorado.
1)
Planeación financiera
Actualmente las becas CONACYT
en nivel maestría es un aproximado de $11,200 pesos, para doctorado el ingreso
es de $14,700, en ambos caso se trata de un depósito de mensual, no quincenal,
dentro de los primeros 3 a 4 días hábiles de cada mes. Es importante que tomes
en cuenta esto para tus gastos personales, que dividas tus ingresos en aquellos
pagos fijos de los cuales no puedes prescindir como renta, comida, servicios,
etc. Es necesario considerar dentro de estos compromisos las cuotas escolares
de reinscripción, créditos, así como materiales en cada semestre o trimestre.
Esto varía de acuerdo a la institución, así que es importante que te informes
de los costos. Por otro lado, también tendrás que considerar si tu posgrado es
semi-presencial, al menos los dos primeros años para doctorado y el primero
para maestría hay que asistir a una serie de clases-seminario y es importante
contemplar traslados y hospedajes. También será necesario que cumplas otros
requisitos como asistencia a congresos nacionales e internacionales o bien a
estancias de investigación. Para ambos casos se trata de una inversión a tu
educación, los gastos necesarios deberás planearlos con anticipación, así como
también informarte por otro tipo de apoyos adicionales de parte del posgrado
para este tipo de actividades.
2)
Organización y constancia
El posgrado es un proceso muy
arduo en el que estamos inmersos en la recopilación de datos o fuentes,
revisiones, lecturas, escritura, reescritura, edición y así sucesivamente hasta
que culminamos nuestros estudios. Es necesario trazar una rutina que nos
permita dedicarnos diariamente a nuestra investigación y también a las materias
que cursamos. Si tienes beca CONACYT significa que estas de tiempo completo, es
decir, que debes dedicar 8 horas diarias a tu posgrado, puedes dividirlo en
jornadas (en mi caso dedico cuatro horas en la mañana y cuatro por la tarde).
Organiza tu trabajo de lectura, fechas de entrega, citas con tu asesor, mails
que tengas que enviar, etc., por semana, mes y trimestre o semestre según sea
el caso. La planeación es muy importante pues nos permitirá no abrumarnos con
el trabajo y aprovechar nuestro tiempo de la manera más eficiente posible. Crea
una rutina de trabajo, ya sea que te sientas más cómodo trabajando en tu casa,
en la biblioteca o en algún café. Sea cual sea no sueltes esa rutina y procura
que sea diaria. Los avances son poco a poco, recuerda que cada jornada puede
variar, pues nos podemos dedicar a leer, a escribir, a editar, consulta de
fuentes, etc. La investigación comprende de distintas etapas pero en cada una
de ellas la constancia es clave.
3)
Trabajar o no trabajar
Si eres becario CONACYT
significa que estás dedicándote de tiempo completo a tu posgrado. Aun así, se
permite que los becarios trabajen un promedio de ocho a doce horas semanales.
Particularmente recomendaría que si tienes beca te concentres de tiempo
completo a tu investigación, pues lo cierto es que el posgrado requiere que sea
así, es un trabajo arduo que requiere horas de estar solo, concentrado, leyendo
o escribiendo. Es necesario cumplir con las fechas de entrega puntualmente.
Recuerda que uno de los objetivos principales del posgrado es que termines a
tiempo tu investigación. Es muy fácil conforme pasa el tiempo, comenzar a
distraernos con otras actividades o trabajos, procura que eso no ocupe mucho
tiempo y también trata de que tu tema sea acotado, congruente al lapso de
tiempo que tienes en maestría o doctorado. No te compares con los demás, cada
caso es diferente. No todos tienen los mismos intereses a la hora de ingresar a
un posgrado, ni la misma situación laboral o familiar. He conocido compañeros
que deciden prescindir de la beca y continuar a trabajando y aun así terminan a
tiempo y con calidad sus investigaciones. Así que todo es cuestión de
organización y constancia.
4)
Cómo comportarse con los asesores.
He dicho ya anteriormente que
es necesario antes de ingresar a un posgrado conocer a la planta docente, ya
que es recurrente que se nos pregunte quién nos gustaría que nos asesore. Es
importante entonces realizar una exploración previa para que conozcas las tesis
que ha dirigido el investigador que te interesa, si es posible que te contactes
con ex asesorados suyos que pudieran describirte su forma de trabajar, no dudes
en hacerlo. La química y el compromiso son clave para que el proceso de
investigación sea exitoso. Los asesores esperan que tanto el alumno de
maestría, y especialmente el de doctorado, sean mucho más independientes en su
proceso de investigación. Esperan leer más que planes de trabajo o primeros
borradores. Esperan también que sigas sus consejos en caso de pedirlos. En mi
caso particular, nunca me he visto en una situación límite que me obligue a
cambiar de asesor, pero lo cierto es que nunca hay condiciones ideales en este
tipo de dinámicas. Cada asesor trabaja de forma diferente, al mismo tiempo
tienen otros compromisos que cumplir como clases, otras tesis o investigaciones
propias, pero es importante que no pierdas la comunicación con ellos. Si se
llega a presentar una situación en la que sea imposible continuar trabajando
con el asesor asignado como puede ser: pérdida de contacto, falta de
compromiso, atraso en lecturas, violencia, discriminación, etc. Será necesario
que cuentes con evidencia que respalde el por qué es inevitable el cambio de
asesoría. Es una decisión que involucra a la planta docente y a la coordinación
del posgrado, por lo que es necesario que tengas información que respalde tu
inconformidad, como puede ser: mails, entrega de avances sin correcciones,
citas que no se cumplieron, etc. Todo lo anterior con el afán de que el alumno
no sea el afectado, en la medida de lo posible.
5)
Apoyarse en la comunidad
El posgrado y, en general, el
proceso de investigación es un camino arduo y solitario. Sin embargo, debemos
considerar que los grandes cambios de paradigmas o contribuciones teóricas que
llevaron a repensar cualquier tipo de conocimiento, no se dieron de la noche a
la mañana sino que fueron producto del trabajo de comunidades científicas y de
más de una generación. Incluso contribuciones “personales” de figuras como Marx
o Einstein por ejemplo no se dieron en sus tesis doctorado sino después, cuando
el conocimiento y contribución a los paradigmas ya existentes los llevaron a
formular otras preguntas que luego se convertirían en “conocimiento nuevo”.
Sería imposible negar que
existe un alto grado de competitividad en los ámbitos especializados de
cualquier disciplina, que nos llevan a una competencia insana y poco
productiva, al estanos comparando con los demás en cuanto a publicaciones,
premios o resultados. Cuando lo cierto es que debería prevalecer la
comunicación, el intercambio y los proyectos en conjunto. Quizá sea difícil
pensar en un ambiente así cuando la competencia laboral es ardua, existiendo
pocos espacios para desarrollarnos profesionalmente y mucha gente tan
preparada. Aun así que creo que es necesario que las nuevas generaciones
vayamos trascendiendo este tipo de dinámicas y que aprovechemos también otro
tipo de plataformas para el intercambio de materiales y resultados.
YouTubeVide: Tips para sobrevivir al Posgrado
No hay comentarios.:
Publicar un comentario