Por: Rebecca Grafía
¿Qué es la nación? ¿Cómo nos
aproximamos a ella los historiadores? Más interesante aún, ¿por qué el
historiador es clave para entender la nación? Elías Palti advierte que la
nación es una construcción. Se acabó el mito de la nación, el cual había
entrado en crisis desde mediados del XIX. Al menos así lo aseveraba la
corriente antigenalogista que
comenzaba a gestarse lentamente, pero, ¿qué implica que la nación sea una
creación artificial? ¿Realmente abandonan los argumentos naturalistas los que
pretenden demostrarlo? A decir de Elías Palti, no. Si bien no se puede hablar
del surgimiento de la "nación", podemos discutir el surgimiento de la
idea genealógica de la nación, sus aporías, su desgaste y posteriormente, su
contraparte en la crítica antigenealogista.
En su libro Elías Palti
asegura que la idea de nación como algo "natural" o cargado de
"telos" es impensable hoy en día. Sin embargo, y aunque esta crítica
comenzara desde los historiadores, no ha habido aun respuesta a cómo entonces
aproximarnos a la nación pues incluso las corrientes antigenealogista y multiculturalista
han encontrado puntos ciegos. Por no hablar de que, si bien repensar la nación
es cada vez más familiar en el espacio académico y/o especializado, lo cierto
es que las viejas ideas sobre ésta, aquellas cargadas de telos o genealogistas, siguen en el imaginario social.
Todo este espacio de
discusión que se fragua en torno a la "nación" Elias Palti lo
reconstruye estupendamente. Expone cómo emerge el discurso genealógico de la
nación, su sentido y su paso por las doctrinas liberales. Cómo el concepto
genealógico y sus aporías permitieron que surgiera la corriente antigenealogista. Según el autor, hay
una relación entre ambos enfoques, es decir, hay lazos conceptuales, no puede
hacerse una división tajante de ambas, ignorar esas conexiones es un error.
Ante las limitantes que tanto la corriente genealogista como antigenealogista presentan, y la
necesidad insatisfecha de explicar qué es la nación, el autor cierra con una
pregunta abierta: ¿Qué desplazamientos conceptuales debemos realizar entonces
los historiadores para explicar la nación?
Ahora que la “nación” no
existe ni los historiadores son partícipes de su construcción, en un sentido de
gran proyecto con miras al progreso como en el XIX, han enfocado sus análisis a
la representación de la nación. Palti advierte que este análisis generalmente
parte de la corriente antigenealogista en las últimas décadas, aunque sin
desprenderse enteramente de los elementos genealogistas. Hace falta, un debate
que incluya los dos.
Bibliografía:
Elías Palti, La nación como problema. Los historiadores y
la “cuestión nacional”, Buenos Aires, FCE, 2002.
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