Por: Rebecca Grafía
Ingresar a un posgrado pudiera
parecer algo sumamente difícil si consideramos que cada año va en aumento las
solicitudes a las instituciones de cualquier área, no sólo ciencias sociales y
humanidades, y si tomamos en cuenta también el desánimo general que existe ante
la falta de empleo en México. Sin embargo, lo cierto es que, independientemente
del área en la que te quieras especializar o estés laborando, el requisito de
actualización es obligatorio para todos, por lo cual ingresar a posgrados de calidad
es indispensable si queremos mejorar nuestra condición laboral y/o trayectoria
académica. A continuación te comparto algunos tips que te ayudarán en tu
ingreso al posgrado, sea maestría o doctorado, también hablaremos de algunas
exigencias específicas en las principales instituciones en el área de historia.
1.-
Autoevaluar nuestra disponibilidad de tiempo y recurso económico.
Llevar a cabo una reflexión
realista de estos aspectos es necesario antes de que elijas la institución y el
campo de estudio en los que te quieres especializar. La mayoría de los
posgrados de calidad exigen dedicación exclusiva, especialmente porque la beca
equivale a un salario de una jornada laboral completa, es decir, de 6 a 8 horas
diarias. Cada institución varía, hay algunas que son programas tutoriales a
distancia, lo cual no quiere decir que sean posgrados de baja calidad o que te
dará tiempo de saturarte de otras actividades. Por el contrario, la exigencia
es aún mayor y tendrás que ser muy constante y disciplinado. También hay
instituciones que te exigen checar tus ocho horas diarias en biblioteca. Así
pues, es necesario que revises tu contexto personal: ¿Eres casado(a)?, ¿Tienes
hijos?, ¿Trabajas?, ¿Estás de tiempo completo en tu trabajo?, ¿Es posible que
te descarguen en tu trabajo a un máximo de ocho horas semanales?, ¿Depende
alguien económicamente de ti?, ¿Prefieres conservar tu trabajo y prescindir de
la beca?, ¿Puedes cambiarte de ciudad en caso de ser un programa presencial?,
etc.
Respecto al recurso económico
es importante que visualices que invertirás antes, durante y después del
posgrado en tu educación. Hablemos en este caso del antes, revisa los precios
de las cuotas por participar en el proceso de admisión, así como las cuotas de
inscripción o si existen acuerdos en tu institución que apoyen a los
estudiantes una vez que ingresan al posgrado. Recuerda que la beca tarda en
llegar, así que es necesario que te prepares. Por otra parte, también
realizarás viajes para conocer la universidad, para entregar tus papeles y para
la entrevista, los cuáles, por supuesto, correrán por tu cuenta.
2.-
Elegir la institución y el campo de estudio.
Este siguiente paso tiene
mucho que ver con lo anterior, yo sé que juegan muchos factores a la hora de
elegir un posgrado, pero si ya realizaste tu autoevalución ahora lo que sigue
es hacer una revisión exhaustiva de la institución, o posibles instituciones, a
la que te gustaría ingresar, así como el campo de estudio. Debes preguntarte
cuáles son tus intereses reales, qué tipo de investigación te gustaría
emprender, si el posgrado complementa tu trabajo o bien si quieres pasar de una
disciplina a otra, etc.
Es muy importante, ya que esto
nos servirá en las siguientes etapas, que realices una revisión meticulosa del
posgrado al que quieres ingresar. Que conozcas su planta docente, su
biblioteca, las tesis publicadas, las líneas de investigación, el perfil de los
egresados, los convenios nacionales e internacionales con los que cuenta, ver
estándares de calidad más allá de CONACYT esto es revisar el CV y publicaciones
de los profesores, así como las redes de investigación de las que es parte el
posgrado, el plan de estudios y los autores que utilizan, los investigadores
invitados, el tipo de eventos que realizan, si es un programa presencial o
tutorial, cuántos años son de formación, qué dinámica siguen para las clases,
posibilidades de apoyo para intercambios o estancias, etc. Si puedes visitar la
universidad para conocer más a detalle todo lo anterior mejor, es importante
tener una imagen realista del posgrado y saber si realmente nos vemos
estudiando ahí, esto con el afán de evitar una futura deserción.
Dos cosas son clave: la
idoneidad de la institución (¿cuenta con los recursos necesarios para la
investigación que deseamos elaborar?) y el interés genuino por el campo de
estudio. Es importante que elijas algo que te guste, que te veas dedicándote de
tiempo completo, ya que en el transcurso, el posgrado puede volverse una
experiencia más ardua de la que imaginábamos, así que es importante iniciar
convencidos y entusiasmados.
3.
Organización de fechas y documentos.
Durante el proceso de
selección NO hay recordatorios personalizados, así que es muy importante que
estés al pendiente tanto de tu correo como de la página del posgrado, incluso
llamar en caso de dudas. Casi todos los posgrados funcionan con un
“pre-registro” en línea, así como una primera y segunda entrega de documentos,
la mayoría de las veces en línea también. Ten a la mano documentos oficiales
como tu acta de nacimiento, CURP, identificación oficial, título, (carta de
compromiso en caso de que estés a punto de titularte), artículos, tesis, cartas
de recomendación (en caso de que las pidan), constancias de ponencias,
publicaciones, encuentros, experiencia docente o de difusión, etc.
Uno de los documentos que
genera más dudas es la “carta de motivos”, puesto que no hay un formato
específico. Se trata, valga la redundancia, de que expreses tus motivos y
expectativas del posgrados al que quieres ingresar de manera honesta, qué
expliques por qué esta institución es idónea para ti y lo que esperas encontrar
en ella, esto también retroalimenta a los que están encargados del posgrado. Es
necesario también que expreses quién y por qué te gustaría que fuera tu
asesor(a), de ahí que sea tan importante que explores meticulosamente la planta
docente, además es necesario que menciones por qué el posgrado debería elegirte
a ti, qué tienes tú para ofrecerle al posgrado, cuál sería el modificador que
aportarías a su programa o a la línea de investigación a la que te quieres
adscribir. Todo lo anterior de manera transparente, de ahí que es necesario
elegir un posgrado que, dentro de nuestras posibilidades, sea lo que queremos y
nos guste.
4.-
Prepararse para la evaluación.
La mayoría de los posgrados,
además del CENEVAL, realizan una evaluación a los aspirantes. No te asustes, se
trata de una “prueba”, más que nada, para saber si te sería posible adaptarte a
la dinámica del posgrado. De ahí que sea tan importante la exploración previa.
En mi caso, la evaluación fue realizar una serie de ensayos y reseñas críticas
con fechas de entrega muy puntuales, así como objetivos a lograr en análisis de
lecturas muy específicos, recibí los comentarios a los trabajos con
correcciones y observaciones severas. Muy parecido a la dinámica del posgrado
en general, especialmente en su parte formativa, que para doctorado suele ser
de dos años de materias todavía, aunque varía según la institución.
5.-
Preparar el protocolo.
El primer paso para preparar
el protocolo es acotar el tema. Es importante que seas realista con lo que
quiere abarcar tu investigación, especialmente por la cuestión del tiempo, ya
que si es un posgrado adscrito a CONACYT las entregas de avances y la
titulación deberán ser sumamente puntuales. Así pues, no trates de abarcar más
de lo que podrías, es necesario que revises si seguirás con el mismo tema de
licenciatura o maestría, o no, y ser realista en ambos casos de tu conocimiento
y manejo de las fuentes. En ambos casos será necesario que tomes en cuenta el
tiempo disponible que tendrás para realizar las lecturas de teoría básica;
progresos, controversias e innovaciones en tu tema, para luego pasar a la
teoría central; explicación detallada de qué estás investigando y por qué, la
teoría de datos; validez y pertinencia del material y, por último, la
contribución; destacar la significación de tu análisis (de las cuáles hablaré
próximamente cuando veamos cómo iniciar la redacción de la tesis).
En la etapa del protocolo, NO
es necesario que quede perfecto. Sino que tengas claridad en lo que quieres
hacer y por qué, eso sí abierto a posibilidades de nuevos enfoques (veremos por
qué esto es importante cuando hablemos de la entrevista). Por otro lado, si
hiciste la exploración de la planta docente, sería bueno que leyeras los
artículos o libros de los investigadores que pudieran llegar a ser tu asesor(a)
e incluirlos en el protocolo pues, se supone, quieres adscribirte a sus líneas
de investigación. Esto además reflejará que tienes una actitud abierta a la
crítica y a la modificación lo cual será clave para tu ingreso y estancia en el
posgrado, la redacción de tu tesis y tu trayectoria en general. De igual modo,
antes de entregar el protocolo, es importante que algún colega o maestro lo
revise.
6.-
Entrega de documentos
Como te decía, algunos
documentos se tienen que ingresar en la plataforma digital del posgrado. Y casi
siempre la segunda entrega ya es personal, o bien dan la opción de enviarla por
mensajería. Recomiendo que entregues tus papeles personalmente, porque puede
llegar a pasar que te falte algo y ahí mismo podrás solucionarlo. Si te es
imposible asistir de manera personal, invierte en un buen servicio de
mensajería, recuerda que NO revisarán tu documentación si esta llega fuera de
tiempo.
7.
La entrevista
Si ya llegaste a esta etapa
queda clara tu capacidad y experiencia para formar parte del posgrado,
entonces, ¿qué es lo que buscan los entrevistadores? Conocerte. Saber si has
madurado personal y académicamente desde la última vez que te vieron, esto si
estás tratando de entrar a la misma institución de la maestría al doctorado.
Saber qué estuviste haciendo cómo investigador desde la última vez que
estudiaste, en qué han cambiado tus intereses, cuáles han sido tus experiencias
en la docencia, la investigación y la difusión. Quieren conocer cuál es tu
capacidad de crítica y auto-crítica, seguramente mencionarán lo que les llame
la atención de tus trabajos previos, sean artículos, tesis o ambos. Y, ¡SPOILER
ALERT!, en la entrevista se encuentran dos o más profesores que te quieren
asesorar, así que a ellos les interesa ver qué tan fácil o difícil sería
trabajar contigo, así como tus conocimientos sobre el tema que llevas
propuesto. Te preguntarán por las afirmaciones que haces, los autores que
utilizas y qué tanto estarías dispuesto a modificar tu protocolo si ellos
encuentran rubros más interesantes a explorar dentro del mismo que quizá tú no
hayas visualizado. También quieren saber tu grado de compromiso, si pueden
contar contigo en todas las actividades que realice el posgrado y si terminarás
en tiempo y forma con tu investigación. En suma, quieren ver que tan receptiva
y comprometida es tu actitud, pues el posgrado será arduo. Quizá sobra decir
que la puntualidad y la buena presentación son importantes. Anota de igual
forma los comentarios que te hagan respecto a tu protocolo o cualquier cosa
relevante, pues esto te servirá muchísimo más adelante, ingreses o no al
posgrado. No te olvides de llevar tu protocolo impreso, así como cualquier
documento que pudiera ofrecerse en la entrevista.
8.-
No desistir
¿Hiciste todo lo anterior y no
te aceptaron? Ok, calma. Lo sé, es horrible. Uno se siente decepcionado y
abrumado, “¿qué fue lo que hice mal?” es casi siempre la pregunta que nos
hacemos o bien nos sentimos que no somos lo suficientemente buenos y
abandonamos la idea un buen rato. Pero, tranquilo(a). Rebobinemos, primero que
nada, ¿en qué etapa te quedaste? ¿En la entrega de documentos, en la evaluación
o en la entrevista? Si te quedaste en la etapa inicial, probablemente hubo
muchos aspirantes y, quizá, algunos con más experiencia que tú, esto no debe
desanimarte. Siempre habrá quién tenga más trayectoria que nosotros, no por
ello más capacidad, no desistas, y continúa preparándote e investigando por tu
cuenta, asistiendo a coloquios o buscando publicar. Por otro lado, si te
quedaste en la primera etapa o en la entrega del protocolo, revisa quiénes si
fueron aceptados, en el afán de ver qué tipo de investigaciones interesaron más
al posgrado y por qué, no te olvides de que alguien lo revise antes de
entregarlo. Si te quedaste en la etapa de la entrevista, es necesario que
retomes lo que anotaste durante la misma, cuáles fueron las preguntas,
recomendaciones o sugerencias a tu proyecto y trayectoria.
Pasado el tiempo retoma todos
los pasos anteriores, decide si quieres volver a intentarlo en esa institución,
colegas míos han pasado por dos procesos de selección en la misma universidad
antes de ser aceptados, o si prefieres dirigirlo hacia otro posgrado. No
desistas, son muchos los factores que juegan tras bambalinas también y que no
dependen de nosotros, por ejemplo; que los asesores se encuentren saturados con
alumnos pendientes a titularse, profesores de sabático, que los intereses del
posgrado sean otros en cuanto a las líneas de investigación o enfoques, recorte
de presupuesto, etc. No desistir es la clave, y seguirse preparando mientras
tanto también. Estudia idiomas, publica, asiste a coloquios, checa cursos en
línea, consulta constantemente las convocatorias y vuélvelo a intentar.
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